MI NIÑO DE DUELO

Hoy quiero contarte mi niño de duelo
que existe otro mundo muy rico en te quieros,
al que sobra todo aquello que añoras,
cosas que te faltan y a otros les sobran.

Te regalo el ángel ese de la guarda,
para que te cuide cada madrugada,
hasta que mi cielo vuele hasta la estrella,
que te de cobijo y bien te recoja,
ese alma que tienes descorazonada,
esa que golpean con indignidad,
aquellos que tienen poca humanidad.

A quienes reclaman que desaparezcas,
que te lleve el viento en una cometa,
de miles de luces y subas y puedas
dormir mi pequeño por fin en la cuna
que te brinda ella, la única madre
que quiere a mi niño, niño de la bruma.

Esa que le espera con una sonrisa,
que vive en el cielo y mece prendida
con su mueca eterna de luz de acogida,
para que su manto a ti te proteja,
esa niño mió es toda pureza,
es como esa madre con la que tú sueñas,
que tapa tu cuerpo cuando tienes frió,
te canta una nana abrazada a ti
como si tu fieras un niño feliz,
ella niño mió reina cada noche,
es la madre luna, nunca hace reproches.

Duérmete mi alma, huérfano de besos,
quédate tranquilo, ángel de mis sueños,
que al fin tú serás aunque te hayas ido,
rico de cariños y no como ahora
carne de zozobra, paria sin destino.

MARIA LUISA BENEDICTO GIL 10-10
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